Durante mucho tiempo estuve leyendo y escuchando sobre el “estoicismo” en diversos lugares, y finalmente, durante mi visita a España, tuve la suerte de encontrar un libro que captó mi atención de inmediato: “Cómo ser un estoico” de Massimo Pigliucci. Su lectura resultó ser muy entretenida y me permitió reencontrarme con la filosofía, una asignatura que solía disfrutar mucho durante mis días en el instituto.

Del libro, adquirí varias enseñanzas valiosas que deseo compartir aquí, para poder referirme a ellas en el futuro y extraer las mejores lecciones de este movimiento filosófico. Sin más preámbulos, vamos a analizar cada uno de estos aspectos en detalle.

Analizar antes de reaccionar Link to heading

La idea central del movimiento estoico filosófico es la importancia de analizar antes de reaccionar. Se enfatiza la necesidad de tomarse un momento para reflexionar y evaluar una situación antes de responder emocionalmente. Esta práctica permite cultivar la serenidad y la sabiduría, evitando reacciones impulsivas y tomando decisiones más racionales y equilibradas. Al analizar antes de reaccionar, se busca tener un mayor control sobre nuestras emociones y acciones, permitiendo una mejor gestión de los desafíos y dificultades de la vida.

Nada es para siempre Link to heading

En el estoicismo, se sostiene la idea de que nada es permanente. Se reconoce que todo en la vida es transitorio y sujeto a cambio. Esta creencia nos invita a aceptar la impermanencia y a no aferrarnos a las cosas o situaciones, ya que tarde o temprano cambiarán. La filosofía estoica nos anima a abrazar el flujo constante de la vida, a adaptarnos a las circunstancias cambiantes y a encontrar la serenidad en medio de la impermanencia. Reconociendo que nada es para siempre, se busca cultivar una actitud de desapego y una apreciación más profunda del presente.

La clausula de reserva Link to heading

La cláusula de reserva es una práctica mental que consiste en no aferrarse demasiado a nuestros deseos o expectativas. Reconoce que, aunque podemos esforzarnos por lograr nuestros objetivos, también debemos estar preparados para aceptar cualquier resultado que la vida nos presente. Esta cláusula nos ayuda a mantener una mentalidad flexible y adaptable, evitando frustraciones y sufrimientos innecesarios cuando las cosas no salen como esperamos. Al aplicar la cláusula de reserva, nos abrimos a nuevas oportunidades y nos liberamos de la ansiedad y la preocupación excesiva, permitiéndonos fluir con mayor tranquilidad a lo largo de nuestra vida.

Recuerda y utiliza tus recursos Link to heading

Se enfatiza la importancia de recordar y utilizar los recursos que tenemos a nuestra disposición. Esto implica reconocer y aprovechar nuestras fortalezas internas, como la razón, la autodisciplina y la virtud, para enfrentar los desafíos y dificultades de la vida. Se nos anima a cultivar la sabiduría y el autocontrol, y a confiar en nuestras propias capacidades para encontrar soluciones y superar obstáculos. Al recordar y utilizar estos recursos internos, nos empoderamos y nos volvemos más resilientes frente a las adversidades, desarrollando una mayor capacidad para afrontar situaciones difíciles con calma y serenidad.

Practicar la empatía Link to heading

Se nos insta a desarrollar una comprensión compasiva de las experiencias y emociones de los demás, reconociendo que todos enfrentamos desafíos y luchas en la vida. La empatía nos ayuda a conectarnos con los demás, a mostrar compasión y apoyo, y a cultivar relaciones más saludables y significativas. Además, el estoicismo nos anima a practicar la empatía incluso hacia aquellos que puedan ser considerados adversarios, reconociendo que todos somos seres humanos con nuestras propias luchas y limitaciones. La empatía nos ayuda a fomentar la armonía y la comprensión mutua en nuestras interacciones con los demás, promoviendo un sentido de comunidad y bienestar compartido.

Hablar menos y escuchar más Link to heading

El estoicismo promueve la idea de hablar poco pero de manera efectiva y escuchar más de lo que hablamos. Debemos ser conscientes de nuestras palabras y utilizarlas sabiamente. En lugar de hablar impulsivamente o llenar el espacio con palabras innecesarias, se nos anima a reflexionar antes de hablar y a expresarnos de manera clara y concisa. Al hacerlo, evitamos malentendidos, promovemos una comunicación más efectiva y transmitimos nuestros pensamientos de manera más impactante.

Además, el estoicismo resalta la importancia de ser buenos oyentes. Escuchar atentamente nos permite comprender mejor a los demás, captar sus perspectivas y necesidades, y fortalecer nuestras relaciones interpersonales. Al dedicar tiempo y atención a escuchar, demostramos respeto y empatía hacia los demás, y construimos la base para una comunicación significativa. Al escuchar más de lo que hablamos, también tenemos la oportunidad de aprender de los demás, expandir nuestros conocimientos y desarrollar una mayor apertura mental.

Elegir bien a nuestro círculo social Link to heading

El estoicismo nos enseña la importancia de ser selectivos en cuanto a las personas con las que nos rodeamos. Nos anima a elegir cuidadosamente a quienes nos rodean para asegurarnos de que sean una influencia positiva en nuestras vidas. Al rodearnos de personas virtuosas y sabias, podemos nutrir nuestro propio crecimiento y desarrollo moral.

Nos advierte también sobre los peligros de relacionarnos con personas tóxicas o negativas. Nos insta a evitar aquellos que socavan nuestra paz mental y nos desvían de nuestro camino hacia la felicidad y el bienestar. Al alejarnos de estas influencias negativas, podemos mantener un enfoque constructivo y preservar nuestro equilibrio emocional.

Tómate las críticas con humor Link to heading

Esta filosofía nos invita a no tomar las críticas o los insultos de manera personal y a no permitir que nos afecten emocionalmente. En lugar de responder con ira o resentimiento, se nos anima a adoptar una actitud de desapego y a encontrar humor en la situación.

Responder a los insultos con humor nos permite mantener la calma y preservar nuestra tranquilidad interior. Al hacerlo, demostramos nuestra capacidad para controlar nuestras emociones y evitar caer en provocaciones. Además, el humor puede ser una herramienta eficaz para desarmar la negatividad y desactivar situaciones tensas.

Al responder a los insultos con humor, también podemos fomentar un ambiente más amigable y positivo. Nuestra respuesta divertida puede disipar la hostilidad y abrir la puerta a una comunicación más constructiva. Además, al no tomar los insultos de manera personal, evitamos alimentar el ciclo de negatividad y conflicto.

Hablar menos de nosotros mismos Link to heading

En lugar de buscar la atención constante o hablar constantemente de nuestras propias experiencias y logros, el estoicismo nos anima a practicar la humildad y a mostrar interés genuino en los demás. Al escuchar activamente a los demás y permitir que compartan sus perspectivas, demostramos respeto y empatía hacia ellos.

El no hablar demasiado de nosotros mismos también nos ayuda a evitar caer en la trampa del ego y a cultivar una actitud más desapegada. Al no estar constantemente preocupados por promocionarnos o recibir aprobación, podemos centrarnos en cuestiones más importantes y desarrollar relaciones más significativas.

Además, al hablar menos de nosotros mismos, también estamos abriendo espacio para aprender de los demás. Al permitir que los demás hablen y compartan sus conocimientos y experiencias, podemos ampliar nuestra propia comprensión del mundo y enriquecer nuestro crecimiento personal.

Comunicarse sin juzgar Link to heading

Hablar sin juzgar implica cultivar la aceptación y el entendimiento. Reconocemos que cada individuo tiene su propia perspectiva, experiencias y circunstancias únicas, y que no podemos conocer todos los detalles de su vida. Al abstenernos de juzgar, nos abrimos a comprender a los demás desde su propia realidad y evitamos imponer nuestras propias expectativas o estándares sobre ellos.

Esta práctica fomenta una comunicación más respetuosa y empática. Al escuchar sin juzgar, creamos un espacio seguro donde las personas se sienten más cómodas para compartir sus pensamientos y emociones. Al liberarnos del hábito de juzgar, podemos conectar más auténticamente con los demás, fortaleciendo nuestras relaciones y promoviendo un ambiente de comprensión mutua.

Además, hablar sin juzgar nos permite mantener una mente abierta y flexible. Reconocemos que nuestras propias perspectivas pueden estar limitadas y sujetas a error, por lo que nos abrimos a aprender de los demás. Al evitar juzgar, demostramos humildad y sabiduría, reconociendo que no somos los dueños de la verdad absoluta.

Reflexión y mejora constante Link to heading

La práctica de la reflexión nos permite evaluar nuestras experiencias pasadas, aprender de ellas y extraer lecciones valiosas. Al dedicar tiempo a reflexionar sobre nuestras acciones, podemos identificar áreas en las que podemos mejorar y ajustar nuestro comportamiento en consecuencia. Esta introspección nos ayuda a cultivar la sabiduría y la autodisciplina.

El estoicismo nos motiva a buscar la mejora personal de manera continua. Nos anima a establecer metas claras y alcanzables, y a comprometernos con un proceso de automejoramiento constante. A través del aprendizaje, la adquisición de habilidades y el desarrollo de virtudes, podemos evolucionar como individuos y alcanzar una vida más plena y significativa.

Además, la mejora constante implica estar dispuestos a aceptar y abrazar el cambio. El estoicismo nos enseña a adaptarnos a las circunstancias cambiantes y a encontrar oportunidades de crecimiento incluso en situaciones desafiantes. Nos anima a ser flexibles en nuestras perspectivas y a estar abiertos a nuevas ideas y enfoques.

Este último punto me ha motivado a iniciar la escritura de un diario personal. En él, registraré mis reflexiones con el objetivo de crecer diariamente y también para analizar patrones de personalidad y errores recurrentes. ¿Te animas?